Sí, vale, nosotros lo admitimos. Lo peor de los viajes en avión es esperar en el aeropuerto. Reconocemos que puede parecer la principal desventaja de hacer un airhopping, pero esas horas de aburrimiento pasan más rápido con buen humor. Cero dramas, siempre smile ❤
Por eso, si estás pensando en qué harás las horas muertas en la terminal, si estás sentado buscando qué hacer para pasar las horas en el aeropuerto (mientras tu/s colega/s de turno se echa/n la siesta 😉 ) este es tu sitio. Vamos a darte las mejores actividades para amenizarte mientras esperas el avión, solo o acompañado, algún entretenimiento más allá de pasearte por el Duty Free, si tienes la suerte de que tu aeropuerto es lo suficientemente grande/importante/top como para tenerlo.
Adiós aburrimiento, hola aeropuerto.
Opción 1: DUERME. Venga, va, no le dejes solo. Si él puede tú también. Siempre hay una mochila/abrigo que usar de almohada y un par de butacas donde acomodarse. O en su defecto, siempre habrá un trozo de suelo. Es broma, DESPIERTA a quién se haya dormido, las horas en el aeropuerto son también parte del viaje, no dejes que nadie se las pierda. Y si no le da la gana de despertar ya tienes plan para las próximas 587458934 horas: fastidiarle la siesta al valiente que decida seguir durmiendo y ser el culpable de tu solitario aburrimiento, con mucho love. 😘
Opción 2: LEE. ¿No has conseguido despertarle? ¿Lo has conseguido pero ahora te odia eternamente y no tienes con quién hablar? Pues nada, boca cerrada (que no entran moscas) y a leer. 😎 Mierda, no me digas que no te has llevado un libro. Pues sorry, pero te toca aburrirte 👿. No en serio, vete al Duty Free y busca (o al kiosko de turno, que para el caso lo que no va a faltar en el aeropuerto son revistas/libros/comida que leer. Uy, lo de la comida no iba ahora, jejeje. Otra opción es ir paseándote por el aeropuerto haciendo paradas en cada cartel que veas, y leerlo en todos los idiomas (así duplicas/triplicas/cuadriplicas los minutos que te olvidas del aburrimiento aeropuertil). Pero OJO CUIDADO, tampoco vayas a hacerte el Camino de Santiago en el aeropuerto, que tienes que volver al inicio para coger el aeroplane. ✈
Opción 3: FOTOS. A todo, por qué no. Conviértete en un fotógrafo nivel pro durante unas horas y di adiós al aburrimiento. Coge la cámara 📷 (o el móvil, no somos tiquismiquis) y empieza tu reportaje. Que la gente se pregunté para qué medio de comunicación trabajas, que sigan con la mirada y el disimulo cada paso que das. ¿Por qué no hacer fotos a extintores? ¿Puertas? ¿Maletas? O mejor… ¿Selfies con extintores? ¿Selfies con puertas? ¿Selfies con maletas? Todo tiene sentido desde tu visión de fotógrafo. Y cuidado, cero bromas que seguro que alguna foto te sorprende. Sin olvidarnos del selfie de rigor con el amigo dormilón, para continuar cumpliendo con la opción 1 hasta el final. 😂
Opción 4: HABLA. Puestos a pensar que tu acompañante sigue en el quinto sueño, puedes probar a hablar con desconocidos (uy, juro que no he dicho eso mamá). Seguro segurísimo que hay alguien igual de aburrido que tú, sufriendo el aburrimiento aeropuertil en sus carnes, y tú puedes ser su salvación (oh sí, la buena obra del día😍). Va, ahora en serio, los aeropuertos son puntos de encuentro de millones de historias, y estás a solo un paso de conocer alguna de ellas. Es una oportunidad increíble para compartir experiencias. ¿Quién dijo aburrimiento en un aeropuerto? Busca alguien majo y ale, a hacer amigos. (Y sacate luego un selfie viajero, para completar tu reportaje).
Opción 5: CUENTA. Personas, maletas, azafatas, pilotos, peleas, besos, saludos, despedidas, despegues, aterrizajes, gente durmiendo. No importa el qué. Hay mil cosas que no paran de repetirse delante de tus narices durante horas en el aeropuerto. Todos hemos jugado de pequeños a contar por contar. Volvamos a ser niños un rato y nada, a contar cosas 👶. Puedes hacer variantes y variantes. Vale, igual no es el entretenimiento más durarero, pero te valdrá para descontar unos minutos de aburrimiento. (Y si has conseguido un amigo en la opción 4 pues oye, podéis jugar juntitos 🙂 ).
Opción 6: PONERSE AL DÍA. Con lo que sea. Si has sido previsor y llevas los mil gadgets cargados a tope lo tienes fácil. Ver esa película que llevas tanto tiempo pensando, ponerte al día en tu serie top del momento, revisar el correo, empezar a ver las 438293 fotos que has hecho y elegir las mejores para subir. De paso, actualiza tus redes: pon en Facebook «volando a…», manda un Snap con el nuevo filtro del día, sube a Instagram tu selfie en la puerta de embarque. Ah, y hunde la reputación de tus amigos con la foto de su siesta, no se te olvide. (Las fotos de extintores y las puertas ya si eso las dejas para la colección personal).
Hemos omitido en la lista el comer y la música, pero vamos, que damos por hecho que toooooodas las opciones pueden hacerse con los cascos y el musicote a tope (que las horas con buena música pues se pasan mejor). Pero ojo con la batería si son muchas horas de espera/escala 😉. Pero sin pasarnos de volumen, a ver si no nos vamos a enterar de los avisos/retrasos/salidas de nuestro vuelo, EJEM. Y ya lo de comer pues eso, come, que te vas a quedar en los huesos. Digo… come si tienes hambre, si te has traído el bocata de casa pues eso, y sino pues nada, sigue con la opción 2 (lee) y así te miras los menús de toooodos los sitios y ya eliges. De nada.
¿Ves como no era tan complicado combatir el aburrimiento? Ya no es excusa para no hacer un airhopping. No sé si a final lo habremos solucionado, pero si has llegado hasta aquí los 10 minutos de rigor para leer el post los has invertido, y eso que te llevas. Quedan 10 minutos menos para que salga tu próximo vuelo. Ahora tú decides qué hacer. Suerte con tu aburrimiento. 💃
