Parece mentira que sea el medio de transporte más seguro.
Hay personas que a pesar de conocer el dato, siguen sin fiarse. Sufren cada vez que por obligación deben coger un avión. Incrustan sus uñas en los reposabrazos del asiento. Comprueban 458943 veces que llevan bien atado el cinturón. Lloran si hay turbulencias. O lo que es peor, jamás vuelan. Si eres de esos, tienes que saber que tener miedo a volar no es tan raro, hay muchísima gente igual que tú. Pero si has llegado hasta aquí es porque estás buscando cómo perder el miedo a volar. Y ese es el primer paso para superar todo tu temor.
Hay dos formas de acabar con el miedo: no volar nunca o enfrentarse a él.
Qué fácil es la primera, evitas por siempre todo viaje que implique volar, y listo. ¿Has pensado la de sitios alucinantes que te perderás si haces eso? Entiendo que si llegas hasta aquí es porque quieres superarlo, saber cómo perder el miedo a volar para poder hacer todos esos viajes que sueñas desde tiempos inmemorables: cruzar el charco, dar la vuelta al mundo, hacer el interrail pero en avión…
Va, venga, opta por la segunda: enfréntate al miedo, YOU CAN.
Relax, take it easy, hay algunos truquitos que te pueden ayudar. No te digo que tengas que coger y plantarte mañana mismo en el aeropuerto para coger el primer vuelo que encuentres. Así no. Empieza por interiorizarlo. Sólo tienes que volar cuando de verdad estés preparado (a no ser que te mole eso del efecto choque, entonces cosa tuya si mañana mismo coges un vuelo, you know).
Si tu consciente y tu subconsciente ya están 100% seguros de querer superar el miedo a volar, toca buscar el momento. Parece broma, pero leer sobre aviones ayuda un montón. De hecho los cursos top para aprender cómo perder el miedo a volar dan lecciones magistrales sobre este tipo de transporte. Sí, esos cursos existen, y si no eres capaz de superarlo tú solito forever alone puedes apuntarte y aprender a volar con otros muertos de miedo (pagando, claro).
- Vuela a un lugar al que lleves mucho tiempo queriendo ir. Así, las ganas pueden ser más grandes que los miedos, y entrar en el avión tendrá un objetivo que tú mismo te has puesto.
- Vuela acompañado. Todo se hace mucho más ameno en compañía. Y volar no es menos. Haz el viaje con alguien de confianza. Y si es imposible y tienes que viajar solo, habla con quien sea que te toque al lado en el asiento.
- Ropa cómoda. Parece una tontería, pero con preocuparte de no volverte histérico tienes suficiente. No es plan de que tengas también que sufrir por calor/frío/ropaprieta/zapatosincómodos (tampoco te metas mil capas de ropa para ahorrar espacio en la maleta, ya tendrás tiempo para eso). Cuanto más cómodo vayas, mejor será la experiencia.
- Respira hondo. Ínspira, espira, ínspira, espira. No es broma, hay técnicas de relajación que se basan en respiraciones. En el momento del despegue acuérdate de mantener una respiración relajada.
- ¡Ah, sí! Planifica todo. Puede que el motivo de tu miedo no sea otro que la inseguridad derivada de una falta de control del avión. Estar en el aire, sin ninguna escapatoria, puede agobiar. Por eso, piensa en cosas para hacer en el avión. Una película, una serie, un buen libro o una conversación pueden ser un pasatiempo útil. Pero no olvides centrar tu atención en lo que estés haciendo, no te dejes llevar por tus pensamientos.
Es cierto que tu miedo puede ser algo mucho más importante. Si por ti mismo crees que no puedes solucionarlo, busca apoyo profesional. Además, las tasas de éxito de estos cursos son muy altas.
¡Despegamos! ¡Espero que pronto puedas hacerlo tú también!
