Mi Airhopping: 9 días de un viaje que empezó 6 meses antes (Parte 2)

Hola amigo o amiga, voy a seguir contándote el particular airhopping que hicimos Mario, Manu y yo en junio de 2016. Si todavía no has leído la primera parte, puedes hacerlo aquí.

Segunda parada (y última para Manu): Copenhague

Después de haber pasado dos días en Budapest, nos quedamos en el vuelo hacia Copenhague. Nada más aterrizar en un sitio lleno de Teslas, ya te hueles que barato no es 😂. Y esa era la cara que poníamos hasta que nos clavaron más de 100 pavos en taxis. ¿Y quien os manda coger taxis en Copenhague? nos preguntaréis. Pues no era nuestra idea inicial, pero después de que el chaval (Manu) estuviera a punto de morirse tuvimos que hacerlo 😌.

Pero eso os lo cuento luego, porque las primeras 24h en Copenhague fueron tranquilas. Más que tranquilas fueron un coñazo. Si estáis pensando qué ver en Europa espero que no se os ocurra algo de Copenhague. Es lo peor, un 50% más caro que Madrid y ni siquiera hay fiesta 😩. En resumen: destino palmazo absoluto. El día que hagamos una lista de eso lo metemos el primero. ¿Que hay un canal con barquitos? sí. Pero ya. QUE A NADIE QUE LEA ESTE POST SE LE OCURRA IR.

Interrail en Copenhague
Que no os engañen con la foto.

Así que como decía, en Copenhague no hay ni fiesta. Fuimos a salir el primer día y no había discotecas abiertas, y el segundo fuimos a Hive, una discoteca llena de grupitos de hijos de multimillonarios a la que no tenéis que ir aunque la recomienden en el resto de sitios de internet 🙃.

Al día siguiente, vimos el sitio de la foto, algún jardincito y comimos fatal pagando una pasta. Por cierto, tampoco probéis los Smørrebrød, que son sándwiches sin la tapa de arriba (imaginaos la mierda de comida que tienen para que eso sea lo típico).

Interrail en Copenhague
Que son gigantes, que son molinos.

Y lo único interesante (y tampoco bueno) de ese segundo día vino a eso de las tres de la tarde. Paseando por las calles de Copenhague entre su lifestile tan healthy y el postureo de bicis, nos encontramos con un parque que tenía las típicas colchonetas en las que has pasado horas saltando cuando eras pequeño.

Interrail en Copenhague
Como estas. Ahí están estas chicas tan monas saltando sin ningún peligro.

Y claro, no se nos ocurrió nada mejor que ponernos a saltar. Hasta que Manu se pegó una ostia en las costillas. Bueno nah, ahí seguimos saltando. De hecho ni nos preocupamos por el chaval, no parecía que tuviera nada roto, así que como te contaba antes, esa noche incluso salimos.

Interrail en Copenhague
After ostia.

20 horas después decidimos ir al hospital de tanto dolor que tenía. En este trayecto es en el que nos gastamos los primeros 30 euros en taxis y además nos dieron un golpe por la puerta de Manu 😂. El chaval estaba condenado a acabar en el hospital. Además a los médicos sí les pareció que tenía algo. Lo suficiente como para decirle que no podía volar. Y teníamos el próximo vuelo a Berlín esa misma tarde.

Mario y yo empezamos a pensar… no podíamos dejar al chaval tirado varios días en Copenhague, pero también habíamos quedado con unas amigas alemanas en Berlín que se habían recorrido todo el país para vernos. Y fue entonces cuando Manu dijo:

«Continuad vosotros el Airhopping» – Manuel García.

Así que tampoco nos lo pensamos dos veces, llamadnos mala gente, malos amigos y todo lo que queráis.

Última parada: Berlín

Ya en Berlín Mario y yo solos, pasamos cuatro días en los que nos faltaba algo 😢. Aún así fueron divertidos e interesantes, nos impactó mucho ver la diferencia que todavía hay entre los dos lados del muro, y especialmente nos llamó la atención el lado del este (el comunista), que merece la pena ver.

Interrail en Berlín
Manu estaba al otro lado del muro.

Además en el lado del este hay muchos músicos en la calle, cosa que le encantó a Mario que es músico antes que persona (y tengo que decir que a mí también), mercados hippies los domingos y originales discotecas que nos recordaban a los Ruin Pubs de Budapest por su estado ruinoso pero reformado.

Mario y yo volvimos el 21 de junio de 2016.

Manu volvió a casa el mismo día, se recuperó después de haber pasado 5 días en el hospital.

Hoy en día estamos pensando en hacer otro Airhopping pronto.

Si quieres vivir una experiencia como la nuestra (la de Mario y mía, claro 🤗), puedes hacerlo empezando tu aventura en airhopping.com.

Carlos.