Urgente. Quiero vacaciones. No, mejor. NECESITO vacaciones. Ahora mismo. Ya.
Seguro que alguna vez has sentido ganas de enviar ese telegrama. O de gritarlo a los cuatro vientos. Que necesitas tanto unas vacaciones que ya no puedes pensar en otra cosa. Bien después de un curso laaaaargo rodeado de apuntes, bien por un año lleno de estrés en el trabajo, bien porque eres de los míos y votas a favor de unas vacaciones de 6 meses 2 veces al año. Grita conmigo: ¡necesito vacaciones! Más fuerte: ¡NECESITO VACACIONES!
Si quieres estar 100% seguro de que necesitas salir de tu ciudad y de la rutina máxima que es dueña de tu vida, viajando lejos (y de paso dando la vuelta al mundo) mira a ver si te sientes reflejado en alguno de los siguientes síntomas:
- Cada día odias un poco más al puñetero despertador. Ya no te vale con el manotazo mañanero, lo tirarías a una muerte segura desde la ventana cada mañana. ¿Y la canción que tenías puesta? No, no es el topicazo de que ahora la odias. Has pasado al ring ring predeterminado para evitar sentir odio también hacia los temazos.
2. Tu inspiración/concentración/creatividad se han ido de vacaciones. Ya no descubres formas en las nubes, ni cuentas estrellas al anochecer. Ni el gotelé de las paredes despierta a tu yo creativo. El nuevo objetivo número uno de tu vida es pasar horas mirando al infinito, imaginándote en una isla paradisíaca.
3. Y tu buen humor también. Ya que hacían las maletas pues se han ido juntitos y en buena compañía. Y tu yo interno malhumorado, ese que intentas dormir durante todo el año, acaba de despertar.
4. Claro, ahora entiendes por qué te dicen que te has vuelto un borde. Pero odias que te lo digan, y tu personalidad conquistadora no hace más que empeorar la situación. Hasta has pensado en automarginarte, a ver si dando mucha pena se dan cuenta de que necesitas unas vacaciones con urgencia máxima.
5. Lloras viendo el instagram de tus amigos. De tus amigos y de los 8548573489 instagramers/influencers/gentetop que cada semana están de vacaciones en un país diferente. Sorry, pero si sufres es porque quieres.
6. Tienes un tablero en pinterest para guardar todos los sitios a los que quieres ir. Y ya tienes destinos de vacaciones elegidos hasta cuando tengas nietos. No puedes evitarlo, hay fotos tan jdkfhdskjhru que por las noches duermes soñando con los sitios. Hasta que vuelve el despertador a fastidiarte la vida.
7. No te vale con verlo, te pasas la vida buscando viajes. Con las horas que pierdes al día buscando de todo para esos viajes que no llegan, te has convertido en el buscachollos de los viajes en grupo con de tus amigos. Ah sí, tu último descubrimiento ha sido eso de Airhopping, y ya estás intentando ver cuando narices van a llegar esas ansiadas vacaciones para probarlo.
8. Te sientes observado por la calle. Tu blanco nuclear radioactivo te delata. Tu piel lo está gritando: NECESITO VACACIONES. No hay más. (Bueno sí, te queda la opción de probar con el solarium).
¿Los tienes todos? Viaja pronto, no hay mejor receta para curarte.
